Cuando vas al supermercado o grandes superficies a comprar comida, o incluso algunas veces a la tienda de barrio o puesto de mercado, piensas un poco y te das cuenta de que hay demasiados conflictos, cosas que no cuadran.
Hay, de por medio, demasiados intermediarios, lobbies, grandes empresas lucrándose de quien produce y quienes consumimos. Demasiadas cámaras frigoríficas. Demasiados aditivos, productos súper-procesados, transportes de lugares remotos y sin control, precios abusivos a los productores y pagos atrasados...
Por eso, como consumidoras, estamos con los productores, con el mimo y esfuerzo de su trabajo, por un trato justo por su producto, vuestro producto.
Fundamentalmente productos de alimentación de primera calidad, directamente de su productor, con un precio competitivo y respeto por la salud, el medio ambiente y las condiciones sociales de personas trabajadoras, consumidoras y del entorno.
Nos interesan frutas, verduras, embutidos, vinos, lácteos... y en general materias primas de temporada (si corresponde) aunque también productos elaborados. Por temas de control de higiene y cadena de frío no aceptamos, en principio, congelados, carnes frescas o pescados, aunque podría emplearse algún establecimiento autorizado o el del propio productor para la distribución de estos últimos. Los productos no tienen por qué ser ECO o BIO o disponer de cualquier otro certificado de calidad, aunque siempre es un plus y debe ser una dirección a seguir.
Si
sintiéndolo mucho, no nos interesa.
Damos tanta importancia a los alimentos como a la forma de relacionarnos.
En el grupo intentamos ser respetuosas, educadas, motivantes y empáticas haciendo que la vida de cada una sea más amable o menos dolorosa. Pedimos lo mismo en el trato con nuestros proveedores y, hasta donde alcancemos a saber, de los proveedores con cada persona que participa del proceso de producción.
No, no es necesario. Podemos establecer una relación periódica y estable, si ambas partes quedamos contentas. Aunque si prefieres, puede ser sólo 'rollo de una noche'.
Además, estamos especialmente interesadas en excedentes de stock (p.e. salieron más tomates de los que esperabas o algún cliente os dejó plantados). Es la forma de colaboración perfecta en la que podemos conseguir el producto en condiciones más económicas y, por otro lado, os ayudamos a resolver un problema. En cualquier caso intenta avisar con antelación suficiente como para ser capaces de avisar al grupo y que éste responda.
Sí, tanto como entidad como individualmente.
El mero hecho de ser proveedor habitual te permite ser parte del grupo de consumo si así lo solicitas, sin necesidad de los requisitos que en ese momento se exijan para darse de alta.
Además de ofrecer tu producto directamente a los propios consumidores y, si lo deseas, formar parte del propio Grupo de Consumo...